Estudio pesquisó la prevalencia de trastornos mentales graves en presos de países de bajos y medianos ingresos

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28 / 03 / 2019

Esta información, producto de la investigación desarrollada por el Dr. Adrian Mundt, es fundamental para redireccionar las políticas públicas en salud mental de personas privadas de libertad a nivel mundial.

Dos tercios de los presos del mundo (70 %) pertenecen a países de bajos y medianos ingresos, falta de recursos, precisamente, que había impedido hasta la fecha, conocer la carga de los trastornos psiquiátricos de esta población y con ello, identificar las necesidades en torno a la salud mental. Este vacío, fue el objetivo a llenar de la investigación del académico y psiquiatra Dr. Adrian Mundt, cuyos resultados fueron recientemente publicados en la revista médica británica The Lancet Global Health.

El estudio, financiado por CONICYT y Welcome Trust, comprendió la revisión sistemática y metanálisis de 17 bases de datos electrónicas para identificar publicaciones sobre la prevalencia de trastornos de psiquiátricos, en población carcelaria de países con bajos o medianos ingresos, publicados entre 1987 y mayo de 2018.

Se incluyeron, estudios de muestras representativas de personas privadas de libertad que informaron sobre cuatro diagnósticos: psicosis, depresión mayor y trastornos por consumo de alcohol y/o drogas. Paralelamente, se extrajo la estimación de la población general para calcular la prevalencia comparativa.

De esta forma, se identificaron 23 publicaciones que indicaron la prevalencia de enfermedades mentales graves o de trastornos por uso de sustancias, manifestando una mayor prevalencia en la población penitenciaria, con variaciones según el sector geográfico.

En los estudios de 13 países de ingresos bajos o medios participaron en total 14.527 reclusos, mostrando tasas de prevalencia de: 6,2% para psicosis, 16,0% para depresión mayor, 3,8% para trastornos por consumo de alcohol y 5,1% para el uso de drogas.

En cuanto a la enfermedad mental grave y uso de sustancias en los presos, los índices de prevalencia fueron sustancialmente más altos que en la población general. De hecho, la prevalencia de psicosis no afectiva fue en promedio 16 veces mayor, la depresión mayor y la prevalencia del trastorno por consumo de drogas ilícitas fueron seis veces mayores, y la prevalencia de los trastornos por consumo de alcohol fue el doble que en la población general.

En tanto, para los trastornos por consumo de alcohol, la prevalencia fue mayor en la región del Sudeste Asiático que en la región del Mediterráneo Oriental y los trastornos por uso de drogas fueron más frecuentes en el Mediterráneo Oriental que en Europa.

Según explica el Dr. Adrian Mundt, los resultados permiten interpretar que “la prevalencia de trastornos psiquiátricos importantes es alta en los presos de países de bajos o medianos ingresos, en comparación con las poblaciones generales y como es probable que estos hallazgos reflejen necesidades no satisfechas, el desarrollo de intervenciones escalables debe ser una prioridad de salud pública en entornos de escasos recursos”, concluye.