Proyecto que vincula salud mental y educación es finalista en “Don Quixote Award Competition”

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10 / 05 / 2019

La Dra. Francisca Vargas, del Programa de Psiquiatría Infanto Juvenil UDP-Calvo Mackenna, será quien participe en la competencia que se realizará en Estados Unidos.


Foto de archivo con parte del equipo. De izquierda a derecha: Paloma Guerra, Francisca Vargas, Begoña Martinez, Dr. Zamora, Dra. Daniela Galdames, Dr. Javier Rojas y Dr. Arturo Grau.

Un proyecto educativo de la Facultad de Medicina UDP, que cuenta con una perspectiva integradora entre salud mental y educación, fue seleccionado entre los tres finalistas de la “Don Quixote Award Competition”, la cual se realizará el sábado 18 de mayo, en el marco del Congreso APA en San Francisco, Estados Unidos.

El proyecto se vincula al Programa de Formación en la Especialidad de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, que se realiza en alianza con el Hospital Calvo Mackenna, y su equipo lo integran el Dr. Arturo Grau, junto a la Dra. Begoña Martínez, el Dr. Javier Rojas y la Dra. Francisca Vargas, quien será la encargada de realizar la presentación.

El premio “Don Quixote” es otorgado por la American Society of Hispanic Psychiatry (ASHP), cuya misión es promover la investigación, educación y actividades clínicas en el campo de la salud mental mediante la participación y colaboración de psiquiatras hispanos, con un particular enfoque en la población Latina. “Don Quijote se conoce popularmente como el prototipo de idealismo, buena voluntad y justicia, por lo que recibir este premio significa ser representante de estas características dentro de la sociedad”, explica Francisca Vargas.

La becada del programa de Psiquiatría Infanto Juvenil destaca que formar parte de esta competición “para nosotros como equipo es un gran honor, no sólo por seguir participando por el galardón en sí, sino que también por poder representar a nuestra institución y país en una instancia tan importante. Es un gran impulso para el proyecto propiamente tal, nos abre muchas puertas y posibilidades”.

El proyecto se titula “Current situation of Chilean education and a way to prevent desertion and delinquency based on mental health” y tiene como objetivo mejorar el futuro de niños en alto riesgo social y de deserción escolar, mediante un programa escolar innovador, que se adaptaría a los requerimientos y características de cada niño. “Creemos en una educación para aprender y no sólo estudiar, donde cada contenido o actividad tenga un fin práctico y concreto, que el niño pueda comprender y luego aplicar según su propia realidad”, explica la Dra. Vargas.

Sobre el origen del proyecto, señaló que les llamó la atención el gran número de consultas en salud mental por problemas escolares, vinculado a mal rendimiento y conducta, asociados a una fuerte desmotivación, o incluso aversión, hacia el colegio. Esto también en el contexto del aumento de los diagnósticos psiquiátricos en niños, sobre todo de déficit atencional e hiperactividad (TDAH), con la consiguiente medicación que implica.

“Nos dimos cuenta que las partes involucradas en el aprendizaje del niño, como profesores, padres y el sistema de salud, se encuentran sobrepasados por el sistema actual, con exigencias que son en la práctica imposibles de satisfacer. A raíz de eso visualizamos la importancia de las cifras de deserción escolar en nuestro país. Por otro lado, tenemos el preocupante aumento de la criminalidad, sobre todo en el grupo infanto-juvenil, encontrando una correlación entre ambas. Es así como decidimos centrar los esfuerzos en mantener estos niños de alto riesgo en el sistema escolar, protegiéndolos de un ambiente social adverso, y entregándoles herramientas para valerse por ellos mismos”, declaró.

Actualmente, el programa se encuentra en vías de implementación, esperando poder ser aplicado durante el segundo semestre. Se está trabajando en conjunto con la Municipalidad de Lo Barnechea, para comenzar un plan piloto del proyecto en un colegio municipal de dicha comuna. Igualmente, se cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación.

“Un paso a seguir muy importante es, junto con universidades, institutos y empresarios, asegurar a estos niños una educación técnico profesional que se adecúe a las necesidades del niño, pero también a las de nuestro país”, finalizó la Dra. Vargas.