Internas de la Escuela de Medicina realizaron trabajo voluntario en el Hospital Barros Luco Trudeau

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Constanza Contreras cuenta cómo fue esta experiencia en el marco de la pandemia: “El principal motivo para estudiar Medicina fue, y ha sido siempre, el interés por ayudar a aquellos que lo necesitan”.

07 / 09 / 2020

Durante cerca de dos meses y motivada por ser un apoyo en el contexto de pandemia que actualmente se vive, Constanza Contreras Silva, interna de 6º año de la Escuela de Medicina de la Universidad Diego Portales, trabajó voluntariamente en el Hospital Barros Luco Trudeau.

Este trabajo lo realizó en conjunto con Rayén Cerda, interna de 7º año de Medicina UDP, en el departamento encargado del Programa de Salud del Trabajador (PST), con la tarea de realizar el seguimiento de los funcionarios contagiados con COVID 19 del hospital.

¿En qué consistió este voluntariado?

El voluntariado se realizó en el departamento encargado del Programa de Salud del Trabajador (PST) del hospital. Este programa se encarga de los asuntos de salud de los funcionarios del hospital, y ahora en pandemia, son los encargados de realizarle seguimiento a los funcionarios que se encuentran con licencia médica, tanto por COVID confirmado como los contactos estrechos.

¿Cuáles fueron tus funciones?

Mi principal función fue poner al día los seguimientos de los funcionarios contagiados del hospital. Esto consistió principalmente en hacerles seguimiento vía telefónica a los cientos de funcionarios que se encontraban con licencia, y de esta forma ayudar al equipo a discernir entre los requerimientos que iban teniendo. Algunos ya se encontraban de alta, otros tenían pendiente el certificado de alta, otros requerían extensión de licencia médica, otros seguían enfermos y necesitaban seguimientos, etc.

En esta labor debíamos llamarles por teléfono y hacerles una anamnesis dirigida a los síntomas de COVID. Al realizar esta anamnesis debía aprovechar de educar a los pacientes respecto a todas las medidas de precaución, tanto personales como generales, que debían tomar para evitar contagiar al resto. También debíamos educarlos en el reconocimiento de síntomas que pudieran indicar el agravamiento de la enfermedad (y que necesitara ir a urgencias). Les educamos en tratamientos para síntomas más comunes como la diarrea, conjuntivitis, alteraciones del sueño, cansancio, etc. Les di soporte a los pacientes en todos los sentidos que pude hacerlo.

¿Cómo fue esta experiencia?

Muchos días no tuvimos un espacio físico ni un teléfono para trabajar. Llevábamos nuestros propios recursos, nuestros computadores y usábamos nuestros teléfonos. Varios días de lluvia la calefacción no funcionó y nos mojamos cruzando a pie el hospital en busca de un lugar donde estar y trabajar. Finalmente nos tomó cerca de cinco semanas ponernos al día. Llamamos a cerca de 1400 personas. Realicé entre 40-70 llamados al día.

Trabajando en el PST había funcionarios de distintas ramas de la salud: doctoras, enfermeras, nutricionista, psicóloga, odontólogos, etc. Fue un trabajo multidisciplinario. Aprendí de todos y cada uno de ellos. Las personas del hospital estaban muy agradecidas y sorprendidas de que hubiese voluntarios de la Universidad Diego Portales apoyando en sus distintos departamentos, y con frecuencia nos lo hacían saber.

¿Cómo evalúas el cierre de este trabajo voluntario?

El último día nos despidieron con una sorpresa, un regalo y múltiples agradecimientos por nuestra gestión. Según sus palabras: “Si logramos ponernos al día, si el teléfono ya no suena con el llamado de cientos de funcionarios quejándose es gracias al trabajo que ustedes hicieron, donde no pusieron el 100, sino el 200-1000% de dedicación y cariño. Muchísimas gracias”.

Sin embargo, el principal motivo para estudiar Medicina fue, y ha sido siempre, el interés por ayudar a aquellos que lo necesitan. Y dentro de las muchas formas que puedo cumplir con esta voluntad, se encuentra estudiar una carrera de la salud. Y por esto es que el mayor agradecimiento era de mí hacia todos ellos.