Estudio chileno revela el rol central de las hormonas sexuales en el riesgo genético de la condición del espectro autista

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24 / 07 / 2025

Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Hormones and Behavior, liderado por Camilo Briones-Valdivieso, estudiante de séptimo año de Medicina en la Universidad Diego Portales, junto con el Dr. Francisco Córdova —Psicólogo, Magíster en Psicología Clínica, Médico Cirujano recientemente egresado de la UDP y actualmente residente en Psiquiatría en el Hospital Barros Luco Trudeau—, la Dra. Heidy Kaune y el Dr. Juan Montiel. Este estudio entrega una contribución novedosa a la comprensión del papel de las vías hormonales en el autismo.

La hipótesis central del estudio plantea que las vías genéticas moduladas por hormonas sexuales ejercen una influencia más significativa que otras rutas hormonales en la organización funcional de los genes de riesgo para el autismo. En otras palabras, los efectos de estas hormonas durante etapas críticas del desarrollo prenatal podrían modular la susceptibilidad a la Condición del Espectro Autista (CEA) a través de mecanismos moleculares específicos.

A través de un enfoque innovador de genómica funcional y la exploración de genes candidatos asociados con mayor riesgo de CEA que presentan interacciones funcionales, el equipo identificó que los genes vinculados a las hormonas sexuales, en particular el estrógeno y la testosterona, tienen un impacto significativamente mayor en la conectividad de redes funcionales de riesgo genético para la CEA, en comparación con otros sistemas hormonales previamente asociados a autismo, como cortisol u oxitocina. Este hallazgo fortalece modelos teóricos como el de la influencia androgénica y la conocida hipótesis del “cerebro masculino extremo”, en la cual se plantea que personas dentro de la CEA muestran una forma extrema del perfil cognitivo masculino, observándose en mayor medida en hombres, y que podría estar influenciada por la exposición prenatal a niveles más altos de testosterona.

A su vez, uno de los aspectos más relevantes del estudio es que ofrece evidencia genómica funcional en respaldo del llamado efecto protector femenino, una hipótesis que propone que las mujeres requerirían una mayor carga genética de riesgo para manifestar síntomas de CEA. Los resultados muestran que, además del rol disruptivo de los andrógenos en el neurodesarrollo, los genes asociados a estrógenos podrían ejercer un efecto neuroprotector, mitigando los efectos adversos de otras variantes genéticas implicadas en el autismo. Este hallazgo sugiere que los mecanismos hormonales durante el desarrollo prenatal podrían modular el umbral a partir del cual se expresan fenotipos clínicos del espectro autista, diferenciando así las trayectorias neurobiológicas entre hombres y mujeres.

El estudio se distingue por su carácter interdisciplinario, integrando saberes desde la biología del desarrollo, la psiquiatría, la endocrinología y la bioinformática. Se enmarca en las ayudantías de investigación de Camilo Briones y Francisco Córdova, bajo la supervisión de los doctores Heidy Kaune y Juan Montiel, líderes de los laboratorios de Reproducción y de Neurociencias Integradas (RENI). “Este estudio representa una valiosa contribución formativa y científica para nuestra Facultad”, destaca el Dr. Montiel.

Consultados sobre la relevancia del estudio, los autores señalan que su principal contribución consiste en demostrar, mediante simulaciones y análisis estadísticos robustos, que los genes relacionados con hormonas sexuales desempeñan un rol no aleatorio y funcionalmente relevante en la arquitectura genética del autismo. Esto proporciona una base molecular que podría explicar, al menos en parte, las diferencias sexuales observadas en la prevalencia del CEA.

Desde una perspectiva disciplinar, el principal aporte del equipo investigador radica en la integración de conocimientos sobre cómo las hormonas sexuales afectan el desarrollo cerebral y en la implementación de herramientas bioinformáticas avanzadas para analizar la conectividad funcional de los genes implicados. Esta aproximación abre nuevas posibilidades para comprender los mecanismos moleculares del autismo y avanzar hacia futuras estrategias diagnósticas tempranas o terapéutica.

Revisa el estudio completo en el siguiente enlace.