Karin Kleinsteuber, vicedecana de Medicina UDP, explicó en Radio ADN los efectos del cambio de hora
08 / 09 / 2025
La vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales, Karin Kleinsteuber, explicó en Radio ADN que adelantar el reloj una hora para el horario de verano no es un cambio inocuo, especialmente en niños y adolescentes, quienes presentan mayor vulnerabilidad ante el desajuste del reloj biológico interno.
Según Kleinsteuber, este cambio puede generar dificultades para conciliar el sueño y para despertar, así como menor calidad de sueño, somnolencia, inatención y cansancio diurno, factores que pueden afectar el rendimiento escolar o aumentar el riesgo de accidentes. “Esto equivale a un mini jet lag, como si nos trasladáramos a otro huso horario”, señaló.
La académica precisó que los adolescentes pueden dormir hasta una hora menos en la primera semana tras el cambio, lo que se traduce en irritabilidad, somnolencia y disminución de la concentración. “Estos efectos son evidentes y pueden impactar en la atención y el desempeño académico”, afirmó.
Para una transición más suave al horario de verano, Kleinsteuber recomendó varias medidas: adelantar progresivamente la hora de dormir y de despertar 15 minutos por día durante 4 o 5 días antes del cambio oficial; aumentar la exposición a luz natural por la mañana; reducir el nivel de actividad previo a acostarse; evitar pantallas al menos una hora antes de dormir; mantener horarios regulares incluso los fines de semana; y favorecer comidas livianas y un ambiente relajado antes de dormir.
Además, subrayó la relevancia de la luz azul en la noche, que interfiere con la producción de melatonina, hormona clave para conciliar el sueño. “Deberíamos intentar estas medidas de manera habitual para mejorar nuestros hábitos de sueño”, afirmó.
Kleinsteuber recordó que, según el Grupo de Trabajo en Sueño de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn), el horario de invierno reproduce mejor el ciclo natural sueño-vigilia, permitiendo iniciar el día con mayor luminosidad ambiental y terminarlo con oscuridad, lo que favorece el descanso y el bienestar. Por ello, sostuvo que si las decisiones futuras tuvieran como objetivo principal la salud y el bienestar de la población, lo lógico sería mantener como permanente el horario de invierno.
Revisa la entrevista en el siguiente enlace.