Karin Kleinsteuber explicó etapas del desarrollo cerebral en entrevista con Radio Biobío Valparaíso

En una entrevista emitida por Radio Biobío Valparaíso, Karin Kleinsteuber, vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales, analizó en pasado los resultados de un estudio de investigadores de la Universidad de Cambridge que señalaba que el cerebro humano tendría cinco edades y que su adultez comenzaría recién a los 32 años.

Kleinsteuber comentó que este hallazgo no constituía una sorpresa para la comunidad científica, ya que desde hace años se sabía que el cerebro no completaba su desarrollo en la primera década de vida, sino que atravesaba cambios que podían extenderse más allá de los 30 o 40 años. Explicó que dos procesos clave—la mielinización, entendida como la envoltura que recubre las prolongaciones neuronales y permite la comunicación entre neuronas, y la sinaptogénesis, que corresponde a la creación de nuevas conexiones sinápticas—eran conocidos desde hace mucho tiempo y se extendían incluso más allá de la cuarta década.

La vicedecana detalló que el estudio no analizó directamente a personas, sino más de 4.000 neuroimágenes de difusión, identificando patrones que mostraban cambios en la organización cerebral en distintas etapas de la vida. Afirmó que dichos cambios no ocurrían de manera lineal, sino en escalones separados por puntos de inflexión.

Kleinsteuber explicó que, según los resultados, el cerebro se desarrollaba en cinco etapas, diferenciadas por su nivel de plasticidad. Indicó que las primeras etapas eran más sensibles y permitían estimular funciones intelectuales, de lenguaje, cognitivas y socioemocionales, mientras que en la adultez predominaban aprendizajes basados en la consolidación y la experiencia. En las etapas más avanzadas, agregó, el cerebro continuaba funcionando a través de mecanismos compensatorios, apoyados en la repetición y en el contexto significativo.

Finalmente, destacó que estos hallazgos ofrecían una mirada esperanzadora, pues demostraban que el cerebro podía seguir desarrollándose a lo largo de la vida. Sostuvo que Chile debía prepararse como sociedad para comprender que la jubilación no representaba un cierre, sino una oportunidad para seguir aprendiendo y manteniendo activo el cerebro.

Revisa la entrevista en el siguiente enlace.